Vino Blanco

Vino Blanco: Delicioso sabor al paladar ¡Precios, Caracteristicas ...


El vino blanco es una variedad de vino que puede oscilar entre las tonalidades amarillo pajizo, amarillo verdoso o amarillo oro.

¿Cómo se elabora el vino blanco?

Para conseguir vinos blancos,  se utilizan en general variedades de uva de piel blanca y mosto blanco o uvas de piel tinta y mosto blanco. El proceso completo de elaboración requiere de una serie de pasos, si bien debe dejarse claro que la elaboración del vino depende de las técnicas y el modo de hacer de cada bodega en particular.
  • El origen de todo es la vendimia, el periodo en el que se lleva a cabo la recolección de las uvas. Para decidir cuando es tiempo de vendimia deben considerarse varios parámetros.
  • El despalillado de la uva consiste en separar las uvas del raspón o escobajo que es la estructura herbácea del racimo. También se separan los restos de vegetales como hojas o sarmientos que pueden acompañar al racimo. También se conoce a este proceso con los nombres de desgranado o derraspado de la uva.
  • El estrujado es la operación que presiona de forma controlada la fruta pero sin romper las pepitas y escobajos. La pasta obtenida del primer estrujado puede volver a estrujarse sucesivamente para obtener vinos de segunda calidad. Finalmente, la pasta final completamente estrujada, denominada hollejo o bagazo, se usa para su destilación y elaboración de orujos y licores.
  • La maceración es el contacto entre líquido y partes sólidas de la uva. Es un proceso que se inicia en el momento en que el mosto entra en contacto con los hollejos de la uva.

  • En el caso del vino blanco, sin embargo, este proceso suele ser inexistente, o durar tan solo unas horas (entre 12 h. y 16 h.) y se produce a una temperatura controlada de unos 16º C, para evitar el inicio del proceso de fermentación.
  • A través del sangrado separamos el mosto obtenido durante la fermentación de los hollejos haciéndolo pasar a otro recipiente. El desfangado consiste en dejar reposar el mosto durante un tiempo para que los restos sólidos que puedan quedar en suspensión se decanten hacia el fondo del recipiente.
  • Escurrido: Esta fase es opcional y algunas bodegas la realizan tras el desfangado. El objetivo es obtener un mosto de máxima calidad. Se hace por simple gravedad, caída del mosto, sin tener que realizar ninguna acción mecánica enérgica sobre las uvas, si acaso un ligero paso por escurridores especiales.
  • La fermentación es el momento en el que el zumo para a ser vino. Así, una vez tenemos un mosto limpio, se inicia el proceso de fermentación. Se mantiene la cadena de frío (entre 14º C y 16º C) para mantener la complejidad aromática de las diferentes variedades de uva escogidas para la elaboración del vino.
  • Trasiego: Se realice o no la maceración sobre lías del vino, el siguiente paso son uno o varios trasiegos, que consiste en el paso del vino de un recipiente a otro para dejar los restos sólidos en el anterior. Lo habitual es someter al vino a un par de trasiegos entre noviembre y enero, pues las bajas temperaturas de estas fechas protegen mejor al vino de contaminaciones de microorganismos.
  • Finalmente se lleva a cabo la clarificación mediante sustancias proteínicas (clara de huevo, frecuentemente) que a modo de velo, arrastran al fondo las últimas sustancias en suspensión que puedan quedar en el vino tras el trasiego. En algunos casos este procedimiento se realiza mediante el filtrado, pasando el vino por un elemento poroso o membrana con el mismo objetivo. Tras este paso ya se puede proceder al embotellado del vino.
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